MANUAL DE CAPACITACIÓN A LÍDERES LOCALES EN MASCULINIDADES Y
PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA BASADA EN GÉNERO
Miguel Ángel Ramos Padilla 2012
LAS PATERNIDADES
INTRODUCCIÓN
En la construcción del poder de los hombres sobre las mujeres que se interioriza paulatinamente, existe un elemento central que está en la base de la necesidad de marcar características opuestas entre hombres y mujeres. Los niños, desde muy pequeños, van asumiendo la convicción de que pertenecen a un colectivo masculino con características de superioridad y autoridad sobre las mujeres. Y ellas crecen con la convicción de estar al servicio de los hombres.
Niñas y niños aprenden que ser varón es más importante que ser mujer. No es necesario que se les transmita de manera explícita esa condición. Los niños son informados de su superioridad a través de múltiples detalles. Por ejemplo:
La captación de la mayor importancia del padre en casa, de cómo es servido por la madre y de cómo él tiene la última palabra en las decisiones.
El probable trato preferente hacia él mismo respecto a las mujeres. A sus hermanas, aún a las menores que él, se les ordena que le presten servicios.
La captación en el medio, de la importancia de los varones y de las ocupaciones de ellos. Principalmente del rol como proveedor.
En este acápite nos permite reflexionar sobre la internalización de las creencias sobre lo que es ser padre, y respecto a la naturalización de las formas autoritarias y afectivamente lejanas en la relación con nuestros hijos e hijas. Nos ayudarán también a tomar conciencia de los costos dolorosos de este tipo de paternidad, tanto para los hijos e hijas, como para los mismos hombres y asumir compromisos de cambio hacia una paternidad más afectiva, cercana en la crianza y democrática.
La primera dinámica ayuda a revelar la manera en que se transmite de padre a hijo el aprendizaje de la paternidad, mientras que la segunda técnica nos permite colocarnos en la posición del otro, en este caso de nuestros hijos/as, para comprender los costos del tipo de paternidad que ejercemos. La tercera dinámica también abunda en poner en evidencia las relaciones autoritarias que generalmente se desarrollan en las familias donde el padre ejerce el poder y control absoluto impidiendo el crecimiento humano de los demás miembros. La última dinámica busca comprometer al cambio hacia una paternidad más democrática, sobre la base de la evaluación de nuestro desempeño actual. En esta oportunidad tomamos como ejemplo la tercera dinámica.
OBJETIVO GENERAL
El presente manual tiene por objetivo ser un instrumento que permita capacitar a varones que tienen una posición de liderazgo en su comunidad y un compromiso social de contribuir a la lucha por erradicar toda forma de violencia contra la mujer.
Dinámica 3
Camino a ciegas
Objetivo
Reflexionar sobre cómo se da la construcción de relaciones de poder en la familia, en la comunidad y en la sociedad, con énfasis en el rol tradicional de autoridad del padre.
Recursos y tiempo
Una cuerda de unos 6 metros, pañuelos, objetos para los obstáculos (que pueden ser sillas). Esta técnica requiere de un dibujo o fotografía de apoyo que muestre a la “familia”, amarrados en fila, acercándose a alguno de los obstáculos.
Tiempo: Una hora.
Dinámica:
Se forma un grupo de 5 personas que integrará una “familia” y el resto del grupo serán los observadores. La familia va a hacer un “viaje”, amarrados entre sí de la cintura, en este orden: padre, madre e hijos. Todos van vendados y deben guardar silencio entre sí, escuchando las indicaciones del facilitador.
Los tres obstáculos que la familia tiene que pasar se colocan de manera silenciosa cuando ya están vendados con el fin de que los “ciegos” crean que el camino está parejo.
Cuando todos están vendados se quita la venda al padre y sólo él puede ver los obstáculos, aunque no se los puede comunicar al resto de la familia. Los obstáculos pueden ser: pasar entre dos sillas, una cuerda a un metro de altura, un banco largo y bajo, etc. Se les dice que tienen que escuchar muy bien las indicaciones de la persona que lleva la coordinación.
La familia hace tres recorridos:
Primer obstáculo: Pasarlo sin comunicarse verbalmente. Hacen el recorrido sin poder hablar.
Segundo: El padre ya se puede comunicar verbalmente. Recorrido de regreso.
Tercero: Pueden quitarse las vendas, pueden comunicarse entre ellos, pero no pueden quitarse los amarres. Último recorrido.
Preguntas de reflexión:
¿Qué observaron/ sintieron? Primero hablan quienes observaron y luego los miembros de la familia. ¿En qué se parece a la vida?
¿Qué diferencias hay al estar vendados, sin poder hablar?
¿Al poder comunicarse? ¿Al poder mirar todos? ¿Qué ventajas y desventajas tienen las distintas situaciones?
¿De qué manera se asigna poderes al padre y a los miembros de la familia en nuestra sociedad?
¿Qué tienen que ver esas situaciones (de manera positiva o negativa) con las relaciones de género y con las relaciones autoritarias y democráticas al interior de la familia?
¿Cómo podemos apoyarnos dentro de la familia para fortalecer nuestras relaciones de una manera equitativa y generar familias y paternidades democráticas?
Pautas para la reflexión:
Poner en evidencia que esta técnica vivencial ha sido muy útil como metáfora del funcionamiento de muchas familias en donde el hombre, considerado “cabeza” de la misma, centraliza y controla la información y las decisiones, y los demás obedecen a ciegas, sin formar sus propios criterios.
La metáfora también muestra el peso que pueden tener las supuestas ventajas de un mayor conocimiento del hombre cuando esto no se comparte y la familia no crece en conjunto. El peso de la responsabilidad masculina es muy grande y, aunque permite que el poder se acumule en una sola persona, esto produce que la familia no avance en conjunto y sea incapaz de enfrenar y dar solución a los problemas. Así, la técnica nos permite ayudar a la reflexión sobre los beneficios de la democratización de la información y las decisiones en la familia.
GLOSARIO DEL MANUAL
AGRESIVIDAD
Es un recurso de todo ser vivo que le permite preservar la vida, resistir o enfrentar un medio adverso que le impide satisfacer sus necesidades básicas o que atenta contra su vida. En el caso de los seres humanos, se trata de respuestas basadas en la interpretación que hace cada uno de la realidad como provocadora o amenazante y frente a la cual reacciona con conductas de ataque y defensa. La agresividad no es buena ni mala, forma parte de la experiencia humana (corsi, 1994
FAMILIA
La familia es una institución social anclada en necesidades humanas universales de base biológica: la sexualidad, la reproducción y la subsistencia cotidiana. Sus miembros comparten un espacio social definido en términos de relaciones de parentesco, conyugalidad y patermaternalidad.
GÉNERO
Cuando hablamos de género, no solamente estamos aludiendo a pertenecer a determinado sexo, sino a la asignación diferencial de funciones, actividades, comportamientos, sentimientos, formas de pensar, etc. que se consideran propios de cada sexo, de acuerdo a las características sexuales distintas con que nacen los varones y las mujeres. Pero todas estas asignaciones diferentes y opuestas no parten de la naturaleza biológica sino que son construidas socioculturalmente.
VIOLENCIA
Podemos definir a la violencia como la forma impositiva de resolver conflictos mediante el uso deliberado de la fuerza –ya sea física, sexual, verbal, emocional, económica o política– que afecta de manera negativa la integridad física o psicológica de la otra persona si se trata de relaciones interpersonales, o que anula el potencial de realización colectiva si se trata de violencia social o política.
VIOLENCIA DE GÉNERO
En términos generales, podemos definir la violencia de género como todos los actos de agresión física, sexual y emocional, que se desarrollan en un contexto de desequilibrio de poder basado en la manera cómo se construyen los géneros en nuestra sociedad, a través de los cuales quien detenta el mayor poder busca doblegar la voluntad del otro u otra para mantener el ejercicio de ese poder cuando encuentra resistencias, o cuando siente amenazado el orden establecido del cual emana su mayor poder. Dado que por razones sociales y culturales existen relaciones asimétricas de poder favorables a los varones, la violencia mayormente ha sido dirigida en contra de las mujeres, y también, aunque en menor medida, contra varones considerados más débiles, los cuales se alejan del estereotipo hegemónico del varón heterosexual (Ramos, 2006).
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